
Desde mi punto de vista, existen dos tipos de escritores: los que coleccionan libretas como si cualquier día de estos fueran a montar su propia papelería y los que muestran un desprecio total y absoluto por el material donde escriben (siempre que esté limpio, claro). En realidad se me ocurren otras muchas maneras absurdas de dividir a los escritores en categorías pero hoy ha tocado esto.
Adivinad de qué tipo soy yo.