Cada vez que estoy incubando un libro y pienso que me está saliendo fatal, los que me tratan de cerca me recuerdan que dije exactamente lo mismo de los anteriores. Siempre me parece especialmente difícil el que tengo entre manos.
Entrevista a Javier Marías, aparecida en Elle, septiembre 2017
No sé si lo sabéis, pero yo soy muy de apuntarme a todo lo que veo. Esto se aplica a la vida en general y, como no podía ser menos, a la literatura en particular, así que cuando vi el proyecto Adopta una autora no pude resistirme a participar. Por si no sabéis de qué va, en este proyecto cada participante adopta a una autora en concreto para investigar a fondo sobre su vida y obra. La mía, como podéis ver, es Frances Hodgson Burnett, una autora que me encanta y que creo que más allá de un par de obras es prácticamente desconocida en nuestro idioma.
Sí, Ken Follet también se ha manchado alguna vez mientras comía.
Hay una gran mitología no oficial alrededor de los escritores. Para el público general, para lo que se suele llamar de forma genérica la gente los escritores son genéticamente humanos pero no son personas como nosotros. Ni mucho menos. Hombre, por favor. ¿Cómo va a ser igual que yo Stephen King? ¿cómo voy yo a parecerme a Dolores Redondo? Si ellos son superestrellas literarias y yo me me dedico a escribir en los (pocos) ratos libres que tengo y he publicado poco/nada. Pues siento decíroslos, queridos míos, pero estáis (estamos) equivocados. Hay mucho mito alrededor de los escritores y sí, tú también te los has creído.
Ayer por la mañana, en un intento de compensar el mal tiempo y la tristeza, me puse a leer a Roald Dahl. El libro elegido fue Boy, una especie de autobiografía en la que el autor se centra en su infancia y sus años escolares en colegios privados ingleses. Es un libro divertidísimo, a pesar de la dureza de muchas de las anécdotas que nos cuenta, y es inevitable soltar una buena carcajada de vez en cuando.
Conocí este libro y a este autor bastante antes de que aterrizara en España. No es que sea un poco bruja (a veces sí, todos tenemos malos momentos), es que resulta que mi cuñado tiene un amigo que es amigo de Romain Puértolas, el autor de El increíble viaje del faquir que se quedó atrapado en un armario de Ikea.
Parece un chiste, pero no lo es. Ni lo de mi cuñado, ni lo del título.